La Fundación

Acerca de FJS

Réplica del secretario de José Saramago que forma parte de la exposición

Réplica de la secretaria de José Saramago que forma parte de la exposición "Como Semillas y Frutos", en el primer piso de Casa dos Bicos / Fundación José Saramago

Quienes somos

La Fundación José Saramago nació porque unos hombres y mujeres de diferentes países decidieron un día que no podían dejar sobre los hombros de un solo hombre, el escritor José Saramago, el bagaje que había acumulado durante tantos años, los pensamientos reflexivos y vividos. , las palabras que día a día se esfuerzan por dejar las páginas de los libros para asentarse en universos personales y ser brújulas para tantos, la acción cívica y política de quien, siendo de letras y sin dejar de serlo, trascendió el ámbito literario para convertirse en un referencia moral en todo el mundo. Por tanto, para que José Saramago pudiera seguir siendo el mismo, sabíamos que teníamos la obligación ética de crear la Fundación José Saramago y así, dando cobijo al hombre, aumentar el tiempo del escritor, para ser también su hogar, el lugar donde las ideas permanecen, el pensamiento crítico mejora, la belleza se expande, el rigor y la armonía conviven.

Sí, decidimos crear la Fundación José Saramago, hombres y mujeres que comprendan el valor de la obra del escritor y su actitud ante la vida.

Somos conscientes de la complejidad del trabajo y también de lo que traerá a las personas que necesitan saber que no están solas. Somos una Fundación que respeta la obra y la vida de José Saramago, lo que significa que estamos atentos a las voces del mundo, a la belleza que pueden producir los hombres y al dolor y aislamiento que sufren, y por eso cada día Intento hacer con eso el concepto de esperanza es algo más que una palabra vacía y retórica. Para intervenir y ser no necesitamos autorizaciones ni permisos de nadie, solo necesitamos saber que somos humanos y que queremos contribuir al proceso de humanización que necesita un mundo en permanente proceso de deshumanización. Ante nuestra insistencia, José Saramago nos mostró el camino. Tenemos nuestra Declaración de Principios. Somos lo que dice el papel que José Saramago firmó en Lisboa el 29 de junio de 2007. Somos la Fundación José Saramago.

Fachada de Casa dos Bicos © CML | DMC | DPC | José Vicente 2018

Fachada de Casa dos Bicos © CML | DMC | DPC | José Vicente 2018

Declaración de principios

Los objetivos de la Fundación José Saramago, en esta fecha de creación, están claramente expresados en las disposiciones legales por las que debe regirse. Por lo tanto, no es necesario que se repitan aquí en la Declaración de Principios. Sin embargo, ha parecido oportuno, dadas las circunstancias, expresar de forma personal unos cuantos deseos (o anhelos) que de ningún modo contradicen los objetivos antes mencionados, sino que pueden enmarcarlos en un todo armonioso y familiarmente reconocible. No me pongo como ejemplo para nadie, sin embargo, al repasar mi vida, distingo, ahora firme, ahora temblorosa, una línea continua de pasos que no proyecté, pero que, consciente o inconscientemente, me hicieron darme cuenta de que ningún otro podría servirme, al mismo tiempo se hizo cada vez más claro que una de mis obligaciones vitales sería servirla. Conocer a Pilar, vivir a su lado, solo me confirmaría que esa dirección era la correcta, tanto para el escritor como para el hombre. La dirección de los grandes valores, sí, pero también la dirección de las pequeñas y comunes acciones que resultan de ellos en la vida diaria y que les darán la mejor vigencia de las experiencias adquiridas y el aprendizaje que no cesa nunca. La paradoja de la existencia humana es que cada día muere un poco más, pero ese día es también un legado de vida legado al futuro, que el futuro, largo o corto, debe asumir y hacer fecundo. Ni por vocación ni por elección nació la Fundación José Saramago para contemplar el ombligo del autor.

Así, entre la voluntad y el deseo, aquí están mis propuestas:

a) Que la Fundación José Saramago adopte, en sus actividades, como norma de conducta, tanto en letra como en espíritu, la Declaración Universal de Derechos Humanos, suscrita en Nueva York el 10 de diciembre de 1948.

b) Que todas las actuaciones de la Fundación José Saramago se orienten a la luz de este documento que, aunque lejos de ser perfecto, es, sin embargo, para quienes decidan aplicarlo a las diversas prácticas y necesidades de la vida, como una brújula. , que, aun sin saber trazar el camino, siempre apunta hacia el Norte.

c) Que la Fundación José Saramago merecen especial atención los problemas del medio ambiente y el calentamiento global del planeta, que han alcanzado niveles tan graves que ya amenazan con escapar de las intervenciones correctivas que comienzan a surgir en el mundo.

Soy consciente de que, por sí sola, la Fundación José Saramago no podrá solucionar ninguno de estos problemas, pero tendrá que trabajar como si hubiera nacido para hacerlo.

Como ves, no te pido mucho, pido todo.

Lisboa, 29 de junio de 2007

Conteúdo expositivo

Textos distribuídos aos visitantes da FJS